lunes, 24 de octubre de 2011

Nuestro centro histórico


Las callejuelas que recorres 
cuando no estás conmigo 
es algo que no quiero ver.

Sólo quiero que me lo cuentes.


Ahora ya paseamos (todavía no nos arrastramos)
a veces solos, a veces de la mano, 
ahora sol, ahora sombra,
por las calles enmarañadas de esta ciudad vieja.

Pero no fue siempre así.


Hubo un tiempo, cuando subías la primera escalinata 
tras el portal que da acceso al interior de la muralla, 
en que yo
te miraba desde el balconcito enjaulado de un primer piso humilde. 
Y tú entonces no me veías: andabas demasiado ocupada con no tropezar. 
Mirabas el suelo.
Te movías por el empedrado a saltos, de piedra en piedra, 
porque eras tan pequeña que no podías permitirte 
pisar las juntas. 

Y cada contrahuella era un mundo. 
Y cada huella un universo.
Tu huella en mí 
incalculable.


Por en medio han pasado tantas cosas que sólo recuerdo 
el confeti en el suelo. Y olor a vino.

Pero aquí nos tienes, hinchados de vida, trabajo y placer. 
Como globos de colores que una brisa transporta de tejado en tejado. 

Ahora sol. 
Ahora sombra.

Mortalmente infectados de curiosidad. 

Aparentemente sin rumbo. Pero en el fondo
profundamente determinados.

Con cierta tendencia a subir de espaldas.


Y la partida,
la combustión,
que nos sorprenda lo más cerca posible del cielo.




viernes, 22 de julio de 2011

martes, 14 de junio de 2011

Heridos y muertos de racionalidad (1)


Medio mundo estaba en guerra (incluido su país), así que hacían falta opiniones inteligentes al respecto.

Le invitaron al programa, a pesar de que era joven y poeta aficionado, porque estaba mínimamente cultivado y decían que amaba la paz. Pero sobre todo le invitaron porque todo eso lo mezclaba con resultar polémico en ocasiones cuidadosamente elegidas. Y además de la pretensión (lograda) de calidad de la cadena, al fin y al cabo se trataba de televisión.

A parte de por la selección de los invitados el programa tenía cierto reconocimiento por el estilo directo y descarado de la presentadora, que con frescura llevaba las entrevistas, en ocasiones, a terrenos muy personales.

Con las cámaras ya grabando y emitiendo en directo un programa que no vería mucha gente (pero sí sus amigos y enemigos principales) la presentadora, sin presentarle, le preguntó: "¿Existen las guerras justas?"

Él levantó la cabeza, sonriendo, con los ojos y la boca cerrados, y en voz baja dijo: "Qué pregunta más puta..".
Bajando la cabeza, y bajándola un poco más, para desafiante, apretando los dientes, mirar a la presentadora sin perder la sonrisa y mucho menos la complicidad con ella (se trataba de conseguir una entrevista interesante, no de hundir a nadie, y los dos lo sabían),
le contestó un ligeramente alargado pero rotundo y pacífico "sí".

Con un rotundo y pacífico "sí" respondió a la pregunta de si existían las guerras justas.

La presentadora, sonriendo sutilmente porque él había respondido lo que ella quería, se tomó dos segundos para preguntarle: "¿Por qué has tardado dos segundos en responder?".
Y él contestó: "Porque estaba calculando".
"¿Quieres decir que no estabas seguro?"
"No. Estaba seguro de la respuesta. Lo que tenía que calcular era si prefería mentir o decir la verdad"
"Lo que has dicho, entonces, ¿es verdad o es mentira?"
"Lo que he dicho es lo que pienso de verdad. No soy perfecto. Pero podría precisar las pretensiones que estaría en condiciones de alegar con derecho"

Más de tres segundos de silencio. Ella pasa por encima esto último. Ya lo repasará en casa. Su madre graba todos los programas en VHS.

"Pero entonces... ¿qué calculabas? ¿de qué tenías miedo?"

"De no tener tiempo para justificar la respuesta".

"¿De verdad te ves capaz de dar una respuesta racional a la afirmación de que 'existen las guerras justas'?"

"Sí. Siempre que se me permita utilizar la racionalidad para exponer un argumento en última instancia irracional, al que luego podría dar vueltas usando la razón. Pero lo que defiendo, en esencia, es irracional"

[...]

domingo, 12 de junio de 2011

Esquema lineal de un sentimiento fractal

" I'm just sitting here watching the wheels go round and round"
(♪ watching the wheels, john lennon ♪ )


Reykjavík, 3:45 de la madrugada del sábado al domingo 12 de junio de 2011.

El sol ya brilla con fuerza y el mar, al fin, se ha calmado.

Es hora de dormir, pese a esta luz omnipresente que me acorrala.

- - -

La descripción de estado del explorador tras una larga noche de tormenta en medio del océano es la siguiente:

_PESTAÑA 1: gmail. intento responder a Nuria.

_PESTAÑA 2: facebook. leo una respuesta de Sergio.

_PESTAÑA 3: un estudio publicado en una reputada revista científica informa de que campos magnéticos lo suficientemente fuertes podrían alterar el juicio moral. artículo que me ha enviado Casandra.

_PESTAÑA 4: wikipedia, definición de "web semántica".

_PESTAÑA 5: wikipedia, definición de "LaTeX".

_PESTAÑA 6: wikipedia, definición de "ontología (informática)"

_PESTAÑA 7: wikipedia, definición de "ontología (filosofía)" a la cual he llegado desde "ontología (informática)" a la cual he llegado desde "LaTeX" a la cual he llegado desde "web semántica".

_PESTAÑA 8: el creador de entradas de blogspot donde estoy escribiendo este post.

- - -

Puntualmente las pestañas 3 y 5 se conectan: pienso que algún día científicos supuestamente neutrales que habrán consagrado toda su vida a ello consigan finalmente controlar los juicios morales a voluntad. Y de forma automática pienso en los grupos de poder (me acuerdo de Ferran) que habrán financiado a esos científicos que se han valido a su vez de que otros informáticos consagren toda su vida a desarrollar herramientas extraordinariamente específicas para las que habrá sido muy pequeña pero absolutamente decisiva la contribución de LaTeX.

- - -

Toda la noche navegando y naufragando y volviendo a navegar por hypertextos que en el fondo son uno solo, la red entera. Y en ella misma está contenida la descripción de su propia muerte, que es a su vez su resurrección, porque ya se han engendrado los siguientes sistemas que a su vez darán paso a los siguientes. El esquema es siempre el mismo.

La humanidad se desarrolla, entre fracaso y fracaso. Los humanos se queman, se pudren, se comen entre ellos. Pero los sistemas, que están por encima de nosotros, que tienen su vida propia, no cesan en su lento perfeccionamiento.

Lo que a nosotros nos resulta una maraña de millones de quilométricas bandas de Moebius enredadas entre sí, para él sólo es una supercuerda infinitamente larga, infinitamente delgada. Que a los humanos nos resulta inabarcable.

Pero a él, al Sistema de los sistemas de cosas, no le cuesta imaginar.

Para él todo es tan sencillo como que una sola cuerda infinitamente larga, infinitamente delgada, se enrede en sí misma infinitas veces sin que ninguno de sus puntos llegue a tocarse nunca. Desplazándose todos al mismo tiempo y sin prisas. A una velocidad constante, desde siempre y hasta siempre.

- - -

De qué manera tan sutil, a través de mis años, ha ido creciendo y enredándose (como hilo de seda dental a través de los pliegues de mi cerebro) la certeza de que al final toda la infinitud se contendrá en una sola singularidad.

Hijos de los hijos de mis hijos: cuando yo era pequeño no teníamos internet.
Y yo no podía imaginar que a los 26 años, y en parte debido a esa herramienta, me habría convertido en un feliz y apasionado determinista tan radical. Desconocía el significado de "apasionado". De "determinista". Y de "radical".

Por eso paso noches enteras navegando por ideas y definiciones imprecisas: porque es a mí
a quien ellas van definiendo cada vez con más precisión.


domingo, 5 de junio de 2011

Elefantes aerostáticos (se aguantaban por los pelos, pero se aguantaron hasta el final)

(♪ elephant gun, beirut ♪ )

No lo ves, amigo, que desde Islandia, como podría ser
Australia, Japón, Madagascar, Chiloé u Hospitalet
(como podría ser también desde casa, pero en casa no supe sentir todo esto)

no ves que son cartas desde la ilusión, desde el paraíso de la certeza diaria?

Que no era una locura. Que tengo tantas posibilidades como tú
pero que no lo he dudado ni un instante.

Creo que ahí esté la clave: en no dudar.
(Lo recordaré en mis siguientes apuestas).
Pero no sé cómo se consigue.

Te deseo que lo veas. Que lo sientas. Que lo encuentres.
Y que no lo dudes a la hora de ejecutar el movimiento.
Mojar tu traje en la orilla del mar
tocando una trompeta que no sabías que sabías tocar.

Como en danza, un cuerpo cortando el aire
con una magia especial e indiscutible.
Rasgar la realidad con tu gesto. Dibujar lo inimaginado.


jueves, 19 de mayo de 2011

De las proteínas y de su silencio

Tengo mil cosas que contar acerca de las proteínas.. y eso que no sé casi nada. Pero lo poco que sé ya da para contar mil historias o más, porque a través de Casandra he interiorizado la esencia de su naturaleza, ciega y muda. Precisión y motivación literalmente indescriptibles. Silencio y mucho trabajo. Poca luz. Y vida corta.

Hablando, por ejemplo, de su silencio (operarias anónimas siempre tan ocupadas):

seguro que a su escala, y aunque nada pudiera nunca detectarlo,
seguro que todas esas operaciones, todas esas proteínas, en parte o en exclusiva cadenas de aminoácidos, ensamblando a su vez más aminoácidos, construyendo algunas de ellas a sus propios semejantes,

seguro que todas esas maniobras algún ruido han de producir. Algún sonido que emane de la fricción de unos átomos con otros. Alguna señal sonora que represente el hecho de que flotando en la nada de un citoplasma un vacío
se haya rozado con otro.

jueves, 28 de abril de 2011

(♪ the scientist, coldplay ♪ )
"I'm going back to the start (stars)..."

"Por qué lloráis, pequeños mortales,
cuando veis acercarse la hora..

¿Acaso renegáis de vuestra procedencia?

Morir es volver a casa. Al regazo universal.

Llora si quieres, pero acepta que renuncias a tus orígenes.

Morir es volver a las estrellas."

(Y yo llevo todo el día rechazando mis orígenes a cántaros..)



miércoles, 27 de abril de 2011

Gusanos inútiles

Ando por un paseo peatonal, entre un talud de tierra y una fila de pinos. Avanzo mirando el suelo. Y me llama la atención que desde hace rato, cada uno o dos metros, haya un gusano muerto. No tengo ni idea del motivo.
Haciendo una hipótesis rápida pienso que como acaba de granizar con fuerza hace unos minutos...quizá les pilló a todos de sorpresa, a mitad de algo. Algo común. Pero de qué? Cómo van a quedar en hacer algo a la vez unos seres que ni siquiera tienen ojos!
La cosa es que llevo 10 minutos andando y ya van más de 240 gusanos...

Al otro lado del talud que me acompaña se oyen coches aunque no se vean.

Algún arquitecto iluminado debió de pensar que "si no los ven será como si no estuvieran... sólo el sonido y el olor a carretera serán contradictorios... pero la vista... la vista manda más!"
Que no joder, que el problema es de base. Que poner taludes para no ver los coches es como meter la mierda bajo la alfombra... es como irte a dormir para olvidar que te han diagnosticado un cáncer...

Vuelvo a pensar en los gusanos. Me sorprende de verdad... y me hago preguntas como podría hacérselas a sí mismo el acero de un coche estampado, que pensando en los humanos que viajaban en su interior se dice "no sé, no entiendo nada... aquí estoy yo, sí, algo retorcido... pero luego me fundirán, seré parte de otro coche... y sin embargo esos humanos... ahí chafados... ya no sirven para nada..."

No sé, no entiendo nada...aquí estoy yo, sí, algo mojado...pero luego me secaré. Y sin embargo esos gusanos...ahí chafados...ya no sirven para nada...

¿A dónde coño van todos esos coches que oigo y huelo, aunque no vea?

martes, 12 de abril de 2011

Todo

(♪ exciter lamp and the variable band, matmos ♪ )



Tres elementos de partida: el Sol, un flexo y la pared.

La luz del Sol atraviesa el cristal sin inmutarse, ilumina la estructura del flexo y proyecta su sombra en la pared, en perpendicular, porque es temprano. La luz llega casi horizontal. Lo observo desde la cama. Me parece emocionante tanta precisión. Vale la pena levantarse.

Me acerco y veo que no sólo la parte gruesa de la estructura es proyectada, como era de esperar. Pero aún así, comprobarlo es sorprendente.

Cada espiral del muelle es proyectada. Las cuento: 45 espirales en el muelle. Cuento sus proyecciones: 45. Hay una pelusa entre la sexta y la séptima espiral. Efectivamente: el Sol lo ha proyectado en la pared.

Cojo el flexo de la campana. Lo muevo y la sombra se mueve al mismo tiempo. Aunque en realidad haya una pequeña diferencia, lo que tarda la luz en llegar del flexo a la pared. Pero mi sistema humano no es capaz de percibirlo. Así que puedo decir, a grandes rasgos, que se desplazan exactamente al mismo tiempo, cuerpo y sombra.

Entonces muevo la campana durante diez minutos, observando la proyección, con movimientos de lo más inesperados: a ver si el Sol, o su luz, se despistan por un momento. Pero no. Esto en principio también es de esperar.

Pero y si de repente, por un periodo de 10 segundos, el Sol entrara por la ventana, exactamente en las mismas condiciones, y no proyectara ninguna sombra? Y si las leyes, por unos instantes, se entretuvieran con otras cosas?

Yo movería la campana incrédulo, probablemente me asustaría un poco, sólo porque nunca antes ha pasado. Pero se confirmaría mi teoría de que todo es posible.

No de cualquier forma. Pero todo es posible.



domingo, 10 de abril de 2011

Don't stop

(♪ Down river, The temper tramp ♪ )

Me miro al espejo y me veo cambiando por dentro más rápido y más hondo que por fuera. Y sonrío convencido. Todavía no sé de qué. Pero convencido..está en proceso y esta es la dirección.

No es una salvación. Es sólo un medio.

viernes, 8 de abril de 2011

(♪ Seven horses seen, Micah P. Hinson ♪ )


Ha sido el vecino nuevo, el que tiene el balcón en el segundo piso, cerca de la carretera.
Ha salido con una escopeta y ha disparado cuatro veces contra la copa del árbol, así en abstracto.
Cientos de pájaros han salido volando, pero seis han caído al suelo, como saquitos de arena y huesos.

Dice que no aguanta más, que los "cabrones" no han parado desde que llegó, y que encima ahora, con la primavera, eran muchos más y hacían más ruido, a todas horas.

Pero los pájaros llevaban años, mucho antes de que él llegara, quejándose de los coches.

Y los coches, impunes, atropellan los saquitos.


lunes, 21 de marzo de 2011

Cianuro


Insisto. Le pregunto.
Casi todos los días.
Desde hace algunos años.

Pero Émile
(fantasma omnipresente)
siempre ha respondido lo mismo:

"Afuera no hace más frío.
Aunque lo parezca"







domingo, 13 de marzo de 2011

El saco de nuestras combinaciones

(mail enviado a S.)


Hoy ha sido un día estupendo.

He ido a esquiar, con sol radiante, sin viento, ligeramente bajo cero. No había mucha gente y se daban por tanto momentos de soledad en la pista.

El crujir de la nieve (que aunque no nos deslizáramos estaría allí arriba, igual de bella pero más tranquila), la velocidad, el vértigo, las caídas (aprendiendo a caer cada vez más fuerte pero mejor preparado).
Sentir el serio e implacable efecto de la gravedad, desaliñado e informal sin embargo, porque el hecho de esquiar colorea el negro primero de una capa blanca para luego, por encima, salpicar ociosos tonos multicolor. Y humanitos que se divierten, aún más en la superficie.
Imagina un dictador, sentado en su trono un domingo, con un niño en sus rodillas que resulta ser su nieto y que le estira los bigotes y se ríe de él. El viejo ríe también. Y son felices. Ajenos, los dos, al problema.

Víctor I el Impresentable me había mandado un mensaje cuando subía, en autobús, hacia las montañas: "nuclear explosion in Japan..."

Nunca olvidaré tanto contraste.

Qué distintas son estas cimas concurridas, coloridas y ruidosas, de las del maestro.
Pero la vista sin embargo no dejaba de ser soberbia. Desde arriba se veía (creo no exagerar) una quinta parte de Islandia. Parece que ha sido un día excepcionalmente claro ya que incluso los islandeses se sorprendían de ver a lo lejos Vestmannaeyjar, un pequeño archipiélago al sur al que fui con Casandra en noviembre. Reykjavík al oeste, relativamente cerca (30 km), y al noroeste se podía ver algo de Snæfellsness, una zona a la que todavía no he ido pero que probablemente sea mágica.

Allí arriba, acordándome sólo a ratos de Japón, pensaba también sólo a ratos en una frase de Nietzsche que siempre me ha parecido un misil nuclear, pero a la que hasta ahora no había tenido que dar tantas vueltas. Podría salir perfectamente de la boca de un ingeniero si se estuviera refiriendo, por ejemplo, a las piezas que componen un puente. Dice algo así como que "a los hombres más fuertes debes buscarlos allí donde contínuamente es vencida la mayor resistencia".
Pensaba y sonreía, primero de todo, que entonces debo ser de los hombres más débiles que han pasado por la humanidad. Mi existencia en el planeta durante los últimos meses me está resultando lo más parecido a una broma o un sueño.
Y respecto a la frase, que ese "allí" obviamente no se refiere exclusivamente a un lugar físico o metafórico. Tampoco a un estado. Ni a una situación política, laboral, social...concretas...
Parece evidente que se está refiriendo a una combinación de todos ellos que cada individuo se hace a medida. Como la gota de agua, la forma resultante de las leyes y la materia definidas por el ahora.
Y que así, precisamente, se mide la fuerza de unos hombres respecto a otros: comparando la potencia y extensión de sus combinaciones y su actitud en esos lugares.

Pensaba también que el arrastrarse en una zona donde "continuamente es vencida la mayor resistencia" probablemente no debería contar mucho, en tanto que oposición.
Todos sabemos que arrastrarse pegado al suelo permite avanzar más facilmente contra el huracán. Pero entonces sería más preciso hablar de reptiles que de humanos.

Y aunque me ha costado al final he llegado a la pregunta:
¿cuáles son tus huracanes?

Cabían también las cuestiones: ¿quién es el que quiere ser fuerte? ¿para qué? ¿a qué se refiere con ello? ¿qué está dispuesto a hacer con la fuerza? ¿vale la pena que le sea entregada? ¿podría cargar toda la vida con el peso de haber dejado caer esa fuerza, si lo hiciera? Y si las dudas desaparecen.. ¿a qué cimas o a qué cálidos valles se dirigirá? ¿Llegará a tiempo para hacer algo útil?

Sería conveniente ir metiendo las respuestas en el saco de nuestras combinaciones.

Serán comparadas.

Descartado el saco, si no pesa lo suficiente.

lunes, 7 de marzo de 2011

Cuando me haya marchado

(♪ January and december, The Wave Pictures ♪ )

Cuando me haya marchado y tú te enfrentes,
por primera vez sola,
en silencio y a media luz
a mis posesiones.

No te dejes intimidar.

No les tengas respeto.

Tenles cariño, eso sí.

Como a mí, un cariño infinito.

Pero trátalas como yo lo hago, sin miramientos.

Úsalas para lo que son. Que no te importe el rayarlas.
Sé dura con ellas, como lo era yo contigo.
Quiérelas. Exprímelas hasta el final.

Las cosas son sólo cosas.
Muchas tienen alma.
Pero sólo son cosas.
Y ellas lo saben.

Míralas con tus ojos de vida.
Úsalas, hasta que mueran.

Como a mí.





lunes, 7 de febrero de 2011

Motas de nieve

(♪ hello Finland, ef ♪ )

El cielo está principalmente azul.
Alguna nube y al fondo el humo de unas chimeneas enormes que no entiendo.

El tren, mientras avanza, astilla la ya de por sí astillada nieve recién caída.
Y ésta, al saltar, se hace aún más pequeña. Cae remoloneando, como polvo.
La miro a contraluz.

Y como el sol brilla,
y como la realidad no perdona ni un solo factor,

cada una de esas motas de nieve produce un destello único,
porque ninguna de ellas es igual ni en forma,
ni en tamaño,
ni en grosor,
ni en posición,
ni en dirección ni en sentido de desplazamiento,
ni en velocidad.

Y todas juntas, tan pequeñas pero tan numerosas,
rodean el tren mientras avanzamos.

Asombroso una vez más.

Parece que nací ayer.


sábado, 22 de enero de 2011

(♪ sneaky red, mice parade ♪ )

Antes de hablar, incluso de pensar, prometo* acordarme de Mice Parade:

"Can you justify breaking the silence?"

miércoles, 12 de enero de 2011

¿Jugaremos eternamente?

(♪ vid spilum endalaust, sigur rós ♪ )
(foto de Vïctor Pajuelo del roadtrip por Reykjanes, editada por mí )



Colores preciosos se me están incrustando en la piel.

Hasta que la vida se ponga seria
mi único enemigo soy yo.

Relajarme, dejar de sonreir
en el espejo y a los demás..

Sólo si olvido que esto es maravilloso
dejará de serlo.
(Escribir me recuerda que soy humano)

No hablo del mito, de venir a vivir a Islandia.
Me refiero a la posibilidad ejecutada de saltar, sobre los charcos, y más allá.
De que antes de hacerlo nada indica que estás acertando.
Sólo tú decides y llevas a cabo. Y en ese momento te marcas, a tí mismo, la diferencia.
De repente no te reconoces, te ves nuevo, redibujado.
Has activado una plataforma que parecía vetada. Y te acostumbras a sorprenderte a tí mismo.
Ese es el nuevo estado natural. Ese es tu nuevo reposo: la explosión contínua.
Supercuerdas en el estómago.

Y todo se puede torcer, en cualquier centésima de segundo
o de milímetro,
pero y lo bailado?

Eso no te lo quita nadie.

Que la vida parezca una broma con claves codificadas que la explican,
cómo recharzarlo..
Cómo no elevarlo hasta que reviente de presión y de exceso,
hasta que se pinche con la punta de alguna estrella.

Bailemos. Juguemos con ella.

sábado, 1 de enero de 2011

Good lack

[ Podría encontrar motivos también, si estuviera en el otro lado, pero estoy aquí. Así que lo describo desde aquí, mirando hacia allí. ]


La carencia ayuda a definir.

En Reykjavík es profundamente emocionante, y profundamente compartido, porque en nochevieja lo que se mira no es una televisión, y las campanas, y Anita Obregón y Ramón García.

En Islandia, o al menos en la capital, lo que se mira es el cielo.

Desde las 7 de la tarde, poco a poco, creciendo, como lo hacen las canciones de "Explosions in the sky", sin que te des cuenta. Sólo si comparas momentos suficientemente separados podrías reconocer la diferencia. Pero seguidas al segundo las porciones de realidad se ofrecen idénticas.

Hasta las 12 (ese horizonte en la mente de todos) el rumor ha ido creciendo. De forma que cuando llegan, finalmente, el cielo se ha ido plagando de luces cada vez en más direcciones, cada vez más intensas, más coloridas.

Pobres perros...

Los fuegos artificiales llegan de tantos lados...embadurnan tanto cada segundo... que emociona, aunque sólo fuera, por la misma forma que lo hace la masa.

Pero luego, como en todo, la belleza (la bellessa y la vellessa, en catalán) está, sobretodo, en el que mira.

Yo nos veo a todos quemándonos, cada día, oxidándonos, a cada segundo.
Y de repente un día, en Nochevieja, lo celebramos y lo expresamos directamente, sin metáforas, quemando sales, y magnesio, y aluminio...

Y me moriré
con todo lo indescriptible.

Te morirás (sin habérselo transmitido a nadie) con el "indescriptible" que descubriste en mí.
Se morirán los siguientes
en las mismas circunstancias.

Y así se sucenden las leyes y la materia:

Se acumula lo indescriptible.
Lo visible se petrifica y muere.
Intentas congelar algo
pero se te cae de las manos.

Y se rompe.