lunes, 21 de junio de 2010

Un día la Nada te mirará a los ojos

( ♪ the nothing, micah p. hinson ♪ )
( ♪ my god, my god, micah p. hinson ♪ )

sección de una vida afortuNada

Al final todos dejaremos
caer las creencias a un lado.
O se nos desprenderán.

Cuando justo un instante después de morir preguntes
y la respuesta sea Nada,

cuando intentes pedir explicaciones, salvaciones,
y la respuesta sea Nada,

cuando pretendas alzar la voz y la Nada
te pise el cuello.

¿Dónde crees que está Saramago?

Cuando quieras darme la razón
ni tu voz podrá hablar ni mis oídos podrán oirte.

Pero al final dejarás tus creencias a un lado.
Y si no lo haces,
se te desprenderán.

Así que defiéndelas
ahora que todavía tienes aliento,
pero cede, corrige,

antes de que la Nada te mire a los ojos

cuando la sientas respirando tranquila,
pausadamente,
(porque sabe que te alcanzará)
tras de tí.

sábado, 19 de junio de 2010

Duros a cuatro pesetas

( ♪ fake empire, the national ♪ )

Hay muchas cosas tan sencillas, tan frágiles y con tanto potencial como lo que me ha pasado esta mañana. Son la esencia de la manera más fácil de cambiar el mundo a mejor, aunque probablemente nunca vaya a producirse ese cambio. Porque son tan sencillas y tan frágiles que el falso imperio dominante las derriba de un plumazo. Pero son la esencia de ese cambio:

Paseaba con mi abuela cogida del brazo. No llevábamos ninguna naranja en su bolso.

Y un hombre fuerte y moreno, con gorra roja, cabizbajo, concentrado,
transportando cinco cajas de naranjas en una carretilla.

Tres personas y una carretilla. Y una acera estrecha..

Sin mirarnos a la cara ni mediar palabra se ha echado a un lado. Nos ha dejado pasar. Ha continuado su recorrido, en sentido opuesto al nuestro.

Tras 20 metros, cruzando un paso de cebra, hemos visto una naranja sobre las líneas blancas del asfalto.

Me he girado. He visto al hombre de espaldas, entrando en una trastienda, ajeno a la pequeña pérdida.

Y al llevarle la naranja no sólo me ha dado las gracias.

Esta vez me ha mirado a la cara. Me ha dicho que me la quedara y me ha dado otra para mi abuela. He visto de cerca sus ojos, de un azul claro y brillante. Y su mirada sincera, profunda. Humana hasta las entrañas y hasta la muerte.

Hemos seguido paseando, nieto y abuela del brazo. Ahora teníamos dos naranjas en el bolso. Dos sonrisas grabadas en la cara, por dentro. Una pequeña historia para contar.

Y la certeza de que es rotundamente falso
el imperio occidental y pragmático
de que "nadie da duros a cuatro pesetas".

¿Verdad abuela?

; )

martes, 15 de junio de 2010

Es posible

( ♪ true love waits, radiohead ♪ )

(Al Tigre Valencià, ara que ja casi fa un any que ho saps tot..)


Quizá sea posible que algún átomo se desprenda de tu cuerpo

ya en degradación,

atraviese la ropa,
se condense y traspase la madera pulida,

vague durante un tiempo
en todo aquel aire

que sobra

en tu nicho,

y que algún día se escape por entre alguna grieta en el mármol,

viaje erráticamente unos años
hasta que de forma insólita, ignorada, silenciosa,
en una parte cualquiera del mundo,
yo lo inhale.

¿Es posible, abuelito,
(dímelo tú, ahora que ya lo sabes todo)
es posible que algún día yo,

literalmente,

te respire?

jueves, 10 de junio de 2010

A lo que más quiero en mi vida (después de mi vida)

( ♪ melatonin, radiohead ♪ )



Yo quiero follarte
ahora que objetivamente eres preciosa,
y recordar que te follaba
y que te hablaba así
cuando el que seas preciosa siga
siendo algo real
pero subjetivo.


miércoles, 9 de junio de 2010

Ya no



( ♪ eurovisión, flow ♪ )
(acerca del amor de pareja de dos)
El amor, como esa cosa que sentí en un inicio, no hace tanto,

como esa cosa
de la que hablan millones de canciones, películas y libros,
por la que contemplo serio, sereno y atónito
a la gente morir y matar
(ya nunca lo aprobaré).

El amor como posesión, cáncer humano más extendido,

vuestra mierda de amor podrido, bipolar, parapléjico,

aquello a lo que llamáis amor, que os minimiza.

¿Que "nada sabe de amor quien vuelve vivo"?!

Se acabó el alimentarse de un ácido que corrompe y corroe,
que hiere y arranca por puro egoísmo.

El amor, como esa cosa de la que habláis los mayores,
aunque podría parecer que se me perdió, o se me cayó al suelo,
simplemente me pasó
que lo estampé.