sábado, 19 de junio de 2010

Duros a cuatro pesetas

( ♪ fake empire, the national ♪ )

Hay muchas cosas tan sencillas, tan frágiles y con tanto potencial como lo que me ha pasado esta mañana. Son la esencia de la manera más fácil de cambiar el mundo a mejor, aunque probablemente nunca vaya a producirse ese cambio. Porque son tan sencillas y tan frágiles que el falso imperio dominante las derriba de un plumazo. Pero son la esencia de ese cambio:

Paseaba con mi abuela cogida del brazo. No llevábamos ninguna naranja en su bolso.

Y un hombre fuerte y moreno, con gorra roja, cabizbajo, concentrado,
transportando cinco cajas de naranjas en una carretilla.

Tres personas y una carretilla. Y una acera estrecha..

Sin mirarnos a la cara ni mediar palabra se ha echado a un lado. Nos ha dejado pasar. Ha continuado su recorrido, en sentido opuesto al nuestro.

Tras 20 metros, cruzando un paso de cebra, hemos visto una naranja sobre las líneas blancas del asfalto.

Me he girado. He visto al hombre de espaldas, entrando en una trastienda, ajeno a la pequeña pérdida.

Y al llevarle la naranja no sólo me ha dado las gracias.

Esta vez me ha mirado a la cara. Me ha dicho que me la quedara y me ha dado otra para mi abuela. He visto de cerca sus ojos, de un azul claro y brillante. Y su mirada sincera, profunda. Humana hasta las entrañas y hasta la muerte.

Hemos seguido paseando, nieto y abuela del brazo. Ahora teníamos dos naranjas en el bolso. Dos sonrisas grabadas en la cara, por dentro. Una pequeña historia para contar.

Y la certeza de que es rotundamente falso
el imperio occidental y pragmático
de que "nadie da duros a cuatro pesetas".

¿Verdad abuela?

; )

2 comentarios:

no tan anónimo dijo...

no es que sea falso,
existe y de que manera.
pero siempre habrá gente dispuesta a dar por amor... amor a uno mismo al final, pues la humanidad esta contenida en cada celula de nosotros. Amor a la humanidad, si la suma de nosotros, somos ella.
Y en realidad esa es, y será, la gran lucha de nuestros tiempos.
sigue así "campeón"

Casandra dijo...

Lo que le diste tú
al hombre va más caro que las naranjas.
Fue un buen trueque.
Lo que le diste tú
también se seca si no se riega, y se pudre si no se cuida.

; )